lunes, 29 de septiembre de 2008

Sobre la mala costumbre en el reloj de mi buena gente

“Quien respeta mi tiempo me respeta”
Sabias palabras que estaban en un pequeño retablo que me regaló mi abuela Luisa en mi quinto cumpleaños. Ella es una mujer supremamente lenta en todos sus deberes cotidianos, pero en la misma medida, calcula a la perfección su tiempo y nunca llega tarde. Llevo cuatro meses en Bogota, miles de veces mas grande y mas intrincada que el pueblo de donde provengo, pero me puedo dar el lujo de decir que (con varias perdidas encima) nunca he llegado tarde.
Muchas veces he esperado, con la paciencia que no me sobra, en la puerta de una oficina por haber llegado muy temprano o muy puntual, pero hasta ahora nunca he llegado tarde a una cita y espero que cuestiones ajenas a mi voluntad no me obliguen a hacerlo en lo sucesivo.
Por el contrario mi gente cercana, esa que esta muy cerquita al corazón y a otras presas de mi anatomía, tiene la increíble facultad de hacerme esperar mucho, en ocasiones demasiado. ¿Dije anteriormente que la paciencia no es una de mis mayores facultades?
En esta ciudad me he aferrado con fuerza fraternal a dos personas, dos chicos que conocí por aquí y que han sido un cimiento enorme y una palabra oportuna (bueno, una cerveza oportuna en mas de una ocasión); pero estos dos personajes tienen la increíble facultad de olvidar que espero noticias suyas.
“Fresco, lo llamo a las cinco y treinta”…
Espere sentado Mr Dark porque el susodicho llamará a las siete pasaditas, eso si, con una buena excusa como el tráfico o la situación laboral. Una vez, bajo un frío nocturno demencial, esperé por más de una hora.
“Nos vemos pronto”
Rezaba un mensaje del otro involucrado. ¡Ya lo creo! Nuestras concepciones de prontitud difieren enormemente mi amigo, de no ser por mis mensajes de reclamo y mis sentidas frases al msn, no tendría ni la más puta idea de lo que sucede con su vida!!!.
Dentro de mis facultades, para nadie es un secreto que la economía no se encuentra, pero aun así para llegar temprano a una simple cita de conversación he caminado por más de dos horas y por muchos kilómetros, sin llegar tarde. Para tener noticias de mi amigo he rebuscado moneditas para recargar el celular y poder enojarme vía móvil.
Los quiero demasiado, con esa fuerza que te hace particularme vulnerable y que te obliga a quererlos a tu lado, a saber que les sucede, a saber por qué no llegan.
Los quiero tanto que ofendido les hago saber mi inconformismo y me molesta saber que me entienden, pero que aun así no sacaran el tiempo necesario para enterar a este pobre ángel en bajada ni para no dejarlo esperando.
Estos dos personajes saben quienes son, saben que me molesto por esperarlos y saben que los quiero a mi lado por mucho, mucho tiempo. Estoy a punto de enviarles un correo, para solicitarles que se queden conmigo el día de mi cumpleaños, que por primera vez estaré solito, en una ciudad enorme y no tendré el delicioso pastel que hornean en casa de mi Mama, pero me debo apresurar para que me tengan en cuenta, para que me abran un lugar oportuno en su agenda o de lo contrario me quedaré esperando a que celebren mi cumpleaños junto a las fiestas de navidad.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Sobre la divina mania de envejecer con dignidad...o de no hacerlo.

¡Ahora mismo me dicen a quien demonios le dio por contar el tiempo en el que nos creamos vida en esta buena tierra de Dios!!!! Pero (Gracias amado Einstein) el tiempo es relativo y señoras y señores, en esta lejana galaxia ha sido destruido, erradicado y no tomado en cuenta ni para preparar el café de las tres de la tarde.
Pero…. Es que me gustan los cumpleaños!!! El pastel de cumpleaños era el mejor y mas delicioso que Mama podía preparar, las felicitaciones de mis amigos son las que mas me llenan de emoción y las veces que se han olvidado mi cumpleaños he ideado venganzas que han incluido cámaras de tortura y bombas atómicas, pero de eso hablamos luego.
Hoy quiero decirles, antes de poner un contador fatal en mi lejana galaxia, que el mes que viene, este individuo tendrá un año mas de viejo y uno menos que vivir y que por lo tanto espera TANTAS demostraciones de cariño, que el trece del antepenúltimo mes se quede cortito y desgastado…. Pero para aquellos mas especiales, aquellos que quieren ganarse un lugar en mi corazón o un post de agradecimiento (negociable, usted escoge) he aquí, fulanos y fulanas, una lista de las cosas que pueden regalarme y con las cuales me dejaran conmovido al punto de las lagrimas…. Escoja selectivamente y sin hacer trampa de acuerdo a sus capacidades!
Un diamante
Una caja de colores
Un dibujo de mi persona
Una cobijita que caliente más que la que tengo
Una taza de café (ojo, en un lugar que tenga linda vista. Cheesecake opcional)
Un mail muy largo que me diga lo lindo que soy
Un mail cortijo que me diga Feliz Cumpleaños
Una gorra
Un sombrero
Algo de papel (a veces Oz va dibujado en volantes y pedazos viejos)
Un Chocococolatote!!!! (Blanco sería genial)
Un beso
La biografía de Frida Kalho
Una carta escrita a mano
Un CD de tangos
Una invitación a escuchar tangos
Una invitación a cantar rancheras
Una invitación a beber hasta caer de la mesa
Un bolígrafo muy bonito
Una caja de acuarelas y de papel para pintar
Dos hamburguesas enormes!!! (Una para ti y otra para mí)
Una invitación a cine con todo pago, incluyendo los dulces antes durante y después de la película.
Unos zapatos que no tengan rotos de tanto ser usados
Un abrazo de oso (que no sea polar, Oz dice que son muy fríos)
Una camiseta graciosa
Un autógrafo de Gabo
Un calendario que no traiga el mes de Octubre
Un libro en blanco (esto es algo que toda la vida he querido)
Un reloj de arena
Una foto (no se de quien, solo una foto)
Una bufanda
Un computador portátil
Un pony (volador puede ser, pero si tiene correa)
Que divertido es hacer listas de regalos…. Lo curioso es que esta la veo muy poco exigente, algo lánguida y conformista…. Pero tan larga y sincera como las que escribía cuando era niño, cuando me acurrucaba la noche del doce para que al cambiar de fecha mi cuerpo no pudiera crecer, para ser siempre niño. Hoy, mucho octubres después me doy cuenta que descubrí la formula de la eterna juventud, el niño despistado, arriesgado, preguntón, inconforme, de dibujos chuecos y de letra preciosa aun esta aquí, con toda la capacidad de asombro que alguien pueda tener, con la idea (sincera) de que existen animales mas altos que los edificios y que si me esfuerzo un poco algún día seré marinero o astronauta. De repente, amigos y amigas, me he dado cuenta que el tiempo es algo relativo… y en mi lejana galaxia, de un momento a otro, dejo de existir.
Pd. Con el post anterior, las alarmas de muchos amigos ESPECIALMENTE DE UNA ROSA DIVINA QUE TENGO EN EL PERU, se activaron…. Gracias por la preocupación, pero en casa no tengo pistola para darme el tiro, y al llegar a los puentes la hermosa vista del horizonte me borra las cosas malas que me han pasado. Te amo Rosita de mi alma.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Sobre el divino arte de morir.

Cada mañana debo adaptarme a la vida en un ciclo repetido una y mil veces desde que tengo uso de razón, para borrar la pasmosa urgencia de pegarme un tiro o de tirarme por un balcón y lo mas aterrador es que solo me borra esta urgencia el pensamiento de que al pasar un mes, las personas que me recordaran podrán contarse en una mano y sobrarán dedos.
Buscar el vinculo que me ate a la memoria colectiva es lo que me sostiene, igual que el emperador y sus guerreros de terracota en Xi’an; igual que Keops y su pirámide, igual que Neruda y su Poema XX… quiero mi inmortalidad en la misma magnitud y con la misma grandeza.
Hay una mujer que es dueña de un gran porcentaje del lado derecho de mi corazón, que sufre porque un amigo suyo poco a poco se esta desvaneciendo, se esta difuminando lentamente como candil que se apaga, como una luciérnaga que no parece resistir la dolorosa presión de la mano de la vida. Su amigo poco a poco se está yendo.
¡Mentira!
¡Antes de nacer, toda estrella no es más que gas y polvo! ¡Antes de alimentar, los cereales deben morir y caer en el fuego!
¡Maldito sea el día que muera Bolívar! ¡Maldito el día que muera Capote! ¡Maldito el día que muera mi abuelo! Ninguno de ellos pudo morir porque la semilla de su esencia se metió en nuestra carne, en nuestros huesos y más allá del hueso y del alma…
¡Maldito sea el día que muera San Martín! ¡Maldito el día que muera Frida! ¡Maldito el día que muera Gandhi! Ya lo dijo Cabral: “no hay muerte, hay mudanza” y esa mudanza es tan inevitable como la vida misma.
Hoy en día, con perros dementes llenos de sevicia, con chacales que matan, que torturan y enceguecen hombres, pueblos y naciones, ¡Bienaventurado el que puede darse el lujo de morir en una cama rodeado de los que le quieren! ¡Bienaventurado aquel que logro verificar que sus afectos fueron claros, que sus amigos sí estuvieron, que quizás hubo momentos de soledad pero no existió el temor del olvido, que quizás hubo incertidumbre más no angustia!
No mi dulce amiga, tu amigo no morirá, porque en tu alma quedan historias, sentimientos, mensajes, recuerdos…. Tú estas plagada de ellos, ellos son tu herencia y tu enfermedad y debes contagiarnos a todos de aquel hombre, sembrar su imagen en la memoria colectiva para que también él logre su objetivo final; también él habrá logrado su inmortalidad.
Llévale rosas, déjale un beso, hazle una carta cariñosa y sincera… o déjalo solo cuando él lo desee.
Esas cosas quisiera yo que hicieras por mí algún día… ¡Acompáñalo en su soledad de enfermo! Pero no lo hagas por su soledad sino por la grandiosidad que él te ha regalado y por la simpleza con la que se robó tu corazón.
Plagarme de amigos que celebren mi muerte es lo que me borra cada día la pasmosa urgencia de pegarme un tiro o de tirarme por un balcón… es que para el divino arte de morir… también hace falta talento.