domingo, 20 de julio de 2008

Sobre la legítima defensa: Carta que nunca llegara a su destinatario.

Hola Alfonso, Buenas noches... Por lo menos son buenas para nosotros, para el grueso de los Colombianos de a pie, esos que nos levantamos cada mañana, lavamos nuestros dientes, jugamos futbol y peleamos con nuestras parejas; esos que decidimos a qué hora ir a dormir o que música escuchar antes que el día acabe; los mismos que hoy salimos en masa, embravecidos de alegría, sedientos de libertad.
Sabía usted, señor Cano que Colombiano rima con Hermano, con Soberano y sobre todo con Humano? Si Alfonso, usted lo había olvidado, en sus castillos de jungla usurpada usted había olvidado esos sinónimos; usted y sus oligofrénicos amigos viven de sus infructuosos sueños, olvidando al pueblo que hace tanto les dio la espalda que al igual que el destino y la buena suerte son tan esquivos y no les sonríen desde hace muchos años.
Amar a nuestros enemigos es quizás la tarea más difícil que cualquier Dios en cualquier religión ha impuesto. Permítanos, si no amarlo, por lo menos sentir un poco de respeto por su destruida humanidad, dejando libres a nuestros hermanos, dejándonos libres al fin de su espantosa presencia… No preferiría usted construir un verdadero castillo de Paz para los hijos y nietos que, presumo, alegran su miserable vida? No preferiría usted tener una vida normal, alejado del odio de los hermanos que ruedan lagrimas cada vez que usted y sus “camaradas” abren la boca? No Alfonso, Colombia no es una puta que usted puede mancillar cada vez que sus “idealistas” y cobardes amigos están urgidos de sangre. Hemos abierto los ojos para hacerla respetar… claro que no a la manera cruel y despiadada que usted conoce y que nos obligaría a ser tan desagradables como usted.
Todo pueblo democrático tiene los dirigentes que se merece; definitivamente los Colombianos llevábamos años de merecer un hombre prudentemente valiente como el Señor Uribe, como Nuestros Generales… hermanos como Nuestros Soldados y Policías y sinceramente no merecemos una llaga tan eterna como parecen ser usted y sus mortales huestes.
Hoy nos lanzamos a la calle, no golpeados por el dolor como el pasado febrero, sino confusamente alegres por aquellos 15 hermanos rescatados de sus garras Alfonso, y confiados del pronto regreso de los 2020 que aún faltan. Usted no puede ser indiferente a ello… perdón, usted si puede; usted si puede cerrar los ojos e ignorarnos como lo ha hecho con su grupo de dementes durante tanto tiempo. Por eso estamos donde estamos y usted está donde esta: pudriéndose en la bilis de su vejez desperdiciada, como le ocurrió a su amado Marulanda, viviendo de arrimado en una selva que tampoco le pertenece porque ese, su nido, también es parte de esta Colombia que hoy hemos salido a reclamarle.
El pueblo ha ejercido la legítima defensa Alfonso, así es como nosotros sabemos defendernos: con Pitos y Banderas, con Arengas y con Camisetas Blancas… con el ánimo de decirle hasta nunca y de recordar esa estrofa del Himno Nacional que hace muchos años usted ya no honra:
“Cesó la horrible noche! la libertad sublime

derrama las auroras de su invencible luz.
La humanidad entera, que entre cadenas gime,
comprende las palabras del que murió en la cruz.”

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Magistral intervención Dark, que pena que esta carta nunca llegará a manos de Alfonso Cano, por que tal vez no sea necesario. Y aunque no participe activamente en la marcha por razones que a última hora volvieron a cambiar el rumbo de mi tesis (la emanación del Decreto 2490 del 9 de julio de 2008), debo decir que me uno al clamor de mis compatriotas y hermanos.

Un abrazo desde las montañas de Popayán

jako dijo...

Como siempre te fajaste…ojala estas verdades hicieran mella en corazón de estos depredadores, que son un virus para nuestra ya muy frágil Colombia…pero movimientos como estos donde podemos gritar con el corazón son el aliento para esas personas privadas de la libertad.

(aplausos) un abrazo

Sixpence Notthewiser dijo...

Angelito: dando en el clavo, como siempre. La libertad es algo por lo que los colombianos han luchado por mucho tiempo. En la confluencia de ideologia y supervivencia las guerrillas se convirtieron en una plaga interna, un cancer: alimentandose de los vivos, viviendo de la miseria ajena.
El colombiano comun, el soldado sin coraza, es el que puede y debe salir a la calle, a promover el respeto por el projimo y su derecho a ser libre, a vivir sin miedo, a existir en paz. Guillermo Leon Saenz no se merece el nombre de colombiano.
XOXOX

CRISTINA dijo...

Suscribo tu carta. La firmo. Comparto tu sentimiento.

Un beso, Dark

Unknown dijo...

tendria que servir de ejemplo a todos los que defenden a los terroritas que se esconden en Colombia...

Monchis dijo...

Hola Darkie,

Ojalá estos guerrillos, que llevan tantos años metidos en el monte y la oscuridad de su testarudez entiendan que no vale la pena morirse de viejo metido en la jungla y que esa lucha ya no representa el pueblo que dicen defender.

El mundo ya está en otra órbita, esa lucha no tiene ningún sentido.

Saludos,

Green dijo...

Impresionante texto, con este te has fajado, de verdad que cada que entro a leerte me lleno de emoción ante tanta belleza.

Sirves de inspiración y ánimo...
...espero que todo vaya muy bien.

Y una anotación, el buen vivir, el buen presente y el buen futuro depende también de nosotros como ciudadanos, compatriotas y como tu dices, hermanos que somos.

Un abrazo!

Epica dijo...

Es la primera vez que te visito. vengo del blog de gitana. etterna tanay. me recomendo que te leyera, y no me arrepiento.

Marga dijo...

Deberías enviar esta entrada por email para que se fuera enviando como esas jodidas cadenas que no sirven para nada. Pero con la diferencia de que esta si serviría para concienciar a más de uno.

Te lo digo con todo el respeto que me merece tu país, a veces reenvíamos vía email cadenas absurdas, tontas, que no sirven para nada, pero créeme esta no quedaría en el olvido. No sería una "burla cadena más", sería una cadena de la que todos nos sentiríamos orgullosos de poder reenviar a nuestros contactos y poder formar parte, por pequeño que fuese un grano de arena mostrándote todo nuestro apoyo. El mío evidentemente ya lo tienes.

Todas las grandes montañas, empezaron siendo un diminuto grano de arena.

El mundo entero debe conocer estas palabras Darkie, el mundo entero.

Yo para empezar, me arrodillo ante tí, me saco el sombrero y te saludo con orgullo por poder formar parte de tu familia bloggera, por enriquecerme tanto con tus palabras y sobre todo me arrodillo ante tí con muchísimo respeto.

Respeto a tí y a tus hermanos colombianos.

Un beso lleno de emoción, cariño y solidaridad.

Strawberry Roan dijo...

Dark, aunque la carta nunca llegue a manos de quien debiera, las palabras que en ella se dicen no caen en saco roto. Todos estos comentarios que te hacemos son sólo una "pequeña" muestra de que tus palabras no son en vano.

Un saludo, y gracias por concienciarnos

Thiago dijo...

Todo el mundo mira a Colombia con esperanza y se congratula de su determinación....

Cari. un bezo.

JfT dijo...

Darkie, cuánto tiempo ha pasado sin visitarte... Te he leído, pero dejo comentario sólo en este post, que Marga gentilmente me ha reenviado. Amigo, las tribulaciones están sacudiendo tu vida, pero no han hecho mella en esa mano que sigue escribiendo tan exquisitamente. Desde aquí, un poco más al sur que el sur de mi hogar, te deseo lo que deseas, y mucho más también. Y sobre todo, ánimo, y fe.
Si alguien me preguntase por el significado de la palabra "maricón", le respondería con un ejemplo. Le diría que en las filas de bandas que azotan la selva colombiana, aprovechándose de inocentes y privándolos del primer don que nos da Dios, está lleno de ellos.
Un abrazo, amiguito. Hasta pronto.

JfT

Rosa dijo...

"Ceso la horrible noche, la libertad sublime"
Esos 2020 regresaran, han de volver a sus hogares. Y la Paz caerá de nuevo como lluvia fina sobre tú tierra hermosa, llevandose todo el fango y la podredumbre.

Animo mi Sergio, ¿ves? siempre hay algo por qué luchar, por qué levantarse cada día. Para ver ese cielo colombiano con la tricolor ondeando libre.

Y te repito, aquí estoy por siempre contigo, algunas cosas, por desgracia no puedo dartelas; pero una voz o una palabra siempre las tendrás.

Te quiero mucho mi chiquito.

Rosa

Milo Gasa dijo...

Qué bonito, ¿la carta no recibe firmas adicionales?... porque con gusto yo pondría la mia exactamente debajo de la tuya.