martes, 12 de junio de 2007

Invierno del 2007


La vida no es más que una monumental secuencia de segundos conectados el uno con el otro. Por un lado no sabemos qué nos quitará el sueño, qué nos volará el tiempo… qué nos cambiará el camino.
En la mesa de la cafetería se sentaron un EX suicida y un EX fármaco-dependiente… se habían mirado por interminables horas y se habían hablado por muchas, muchas más.
Del suicida sé que trae a sus espaldas una gran biblioteca de decepciones, que pesan algo, pero que son útiles al momento de evitar errores; también unas ganas enormes de amar, equivalentes al deseo contenido del fumador en abstinencia; algunas historias reales y muchas otras inventadas. Del otro personaje aun estoy descubriendo detalles.
La noche corre demasiado rápido y el escenario no se modifica. Nuestros personajes continúan en la misma cafetería, junto a la parada de autobuses, diluyendo en palabras uno y otro y otro tema.
Aun no entendían que el guión de esta noche había sido escrito desde tiempos inmemoriales, que el destino los amarró desde mucho antes que se descubrieran los primeros oráculos en las estrellas. Desconocían el futuro que llevaban tallado en la palma de la mano y donde claramente se los podía ver dos días después haciendo el amor escondidos del mundo y de miradas curiosas; donde descubrían sus labios en el dulce placer de los besos acumulados para quien fuera lo suficientemente bueno y los mereciera; donde lograban el objetivo deseado durante tantas noches de insomnio: una compañía sincera y sin más pretensiones que la unión de dos cuerpos desnudos al amanecer… el amanecer que desde ya están deseando.
En sus manos está olvidar viejos amores, curar viejas heridas, cumplir anhelos vencidos. En sus corazones está el poder de entregarlo todo en un solo beso, en una sola caricia. En sus almas está la posibilidad de olvidar las distancias que los separen, de no contar de nuevo el tiempo en minutos sino en simples parpadeos.
Aun no conocen casi nada el uno del otro, sin embargo están ahí, sentados uno frente al otro en la mesa de la cafetería a punto de cerrar y sin notar que la noche hace más escasos los autobuses para volver a casa.
Lo se porque son mis personajes. Yo escribí sus vidas y sus historias mucho antes que los cometas surcaran la galaxia lejana desde la que escribo; les puse el escenario y les puse los diálogos; les puse el mapa para descubrirse el uno al otro simplemente en la palma de la mano – fue lo mas cercano al corazón que encontré-; pero nunca amarré sus caminos, son libres, son libres para irse o quedarse en la mesa de la cafetería o para hacer el amor dos días después. Son libres de cualquier manera y bajo cualquier figura, pero solo quiero que les quede la certeza, que por una vez en su vida, encontraron alguien que de verdad valía la pena.

3 comentarios:

Rosa dijo...

Una canción muy bonita de Serrat dice: "es caprichoso el azar, no te busque ni me viniste a buscar..." Así ha de ser, que alguien escribio nuestro destino desde antes que nacieramos o tal vez nosotros mismos hacemos el camino...no sé. Solo de algo estoy seguro, sin amor, la vida no es vida. Unos versos de Violeta Parra lo explican muy bien, pero ahora no los recuerdo con exactitud. Busco el poema y te lo dejo en cualquier otro comentario.

Ve mañana por casa, allí estará el pedido que me hiciste.
Aquí estare desde hoy.

Un beso

JfT dijo...

Dark, qué bien trazaste el marco de un creador, y que lindo lo que decís que en el corazón y el alma de tus personajes haya tanto poder, como en los de todos nosotros, de hacer o no, de ser o no ser, y con ello, construir una historia nueva...
Acabo de comprar Cien años de soledad en la misma edición que la foto de tu post anterior, cuando lo lea lo comentaremos.
Gracias por visitarme.
Un abrazo fuerte desde Argentina,

JfT

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

Pero qué desastre de Hada... me imprimí este post y me lo llevé a casa... tan satisfecha quedé con su lectura que daba por hecho que te había dejado comentario... mil perdones... no creí haberme ausentado tanto tiempo.
En cuanto al post... es una excelente mirada de "creador"... dale para adelante, esos personajes piden a gritos seguir creciendo, seguir sintiendo... sos responsable de sus existencia, por eso te exigen seguir... pero allí, cuando la pluma descansa, ellos continúan con su vida y al encontrarlos, los sentirás más plenos... ¿quién guía a quien entonces? no lo sé... es una química entre el guionista/escritor y sus personajes que no es fácil de conseguir, mas cuando llega... es maravilloso.
Un beso, galáctico amigo...