martes, 19 de junio de 2007

Sobre la decadencia en el arte de amar


Permíteme escribir de olvido…
Burlándome de la facultad maravillosa que tengo para recordar de personas nocivas como tu. Porque te recuerdo, sabes?.... recuerdo besos, palabras, tiempos, detalles, momentos, espacios; los situé geométricamente en lugares estratégicos del alma, para que dolieran, para que me recordaran el olor los sueños podridos que puse en tus manos y ni te diste cuenta, para que golpearan cada vez que los sintiera vivos y de esa manera algún día decidirme a matarlos.
Y lo logré, fíjate, me deshice de ellos sin un solo gesto de dolor, como quien finalmente recibe la cura de una llaga antigua y dolorosa, limpiando tu presencia de cada rincón de mi cama, ignorando los recuerdos que dejaste regados en esta maldita ciudad que se hizo cada vez mas grande, mas amenazadora… mas tuya.
Este era tu espacio, era tu lugar y preferí el exilio, aunque nadie entendiera mi huida, nadie sabía el influjo mortal que tenia tu presencia.
Y llegue al desierto de humo y polvo, de tierra y sangre, de fin y muerte, y pensé que la vida en este lugar no era posible, pensé que sin ti no había vida, pero si la hay, ¡mira tu!, hay mas mundo que tu mundo y mas suelo que tu suelo, y hay mas besos lejos del remedo de besos que solías darme; y todo sin siquiera decir media palabra en contra tuya, porque nadie supo tu nombre y nadie lo sabrá jamás, nadie comprenderá mi huida y nadie esperará mi regreso.
Este es mi nuevo mundo, este es mi lugar más allá de los lugares conocidos, lo situé geométricamente mas allá de tu voluntad y de tus recuerdos dolorosos, esta es mi casa y aquí no recibirás una bienvenida, porque simplemente eres pasado y aquí… aquí vine a escribir de olvido.

6 comentarios:

Rosa dijo...

Algunos diran que se huye... pero creo que la distancia y el tiempo son los mejores remedios. Sé que es muy difícil soportar la presencia de alguien que nos ha lastimado.
A veces nos parece que el corazón se nos "parte" literalmente dentro del pecho, y ya no hay más lágrimas que llorar. Pero todo pasa, y de repente te das cuenta, que la herida ha sanado, no digo que no quede la cicatriz, pero ya no duele.
Y todo se olvida, las penas, los rencores, las desiluciones... todo se va como polvo que arrastra el viento.

Me imagino que alguna vez se colara el sol en nuestra ventana, y se quedara allí por siempre y ese día estaremos aquí contándonos cosas alegres. Y tú alegría será la mía.

Rosa dijo...

Que me acabo de dar una vuelta por tú perfil, y veo que también eres fan de Almodovar. Me he visto casí todas sus películas.
Y "Volver", ay, cuando Penelopé Cruz interpreta ese tango, pero así...cantadito con ese sabor español...que se me llenan los ojos de lágrimas. Si no la has visto, te la recomiendo.

Un besote

salva dijo...

Es precioso el post; me encanta.
La vida es un aprendizaje continuo, y en ese aprendizaje diferentes personas formaran parte de él, a muchas de ellas seguramente no las volveremos a ver, otras nos darán lecciones a través del dolor por el daño que nos han hecho, pero lo importante es concebir el mundo sin esa persona, saber que hay algo más allá que su persona, que su ausencia no lo ocupa todo, llegar a esa determinación es díficil y es un paso importante, porque a pesar de que la vida sea sin.... también es con muchas otras cosas que te hagan feliz.
Ánimo guapo! y cuídate

PD: me encanta que gente de tan lejos como tú me lean y yo los lea, y nos comentemos, no sé es lo mágico que tiene INTERNET.

Los sentimientos son universales, y vínculos invisibles e inexplicables a veces nos unen.

Desde España aquí estoy.

Ana desde el Sur del Mundo dijo...

Dar vuelta la página pero sin olvidar haber leido... es una manera de seguir enfrentando la vida pero siendo más sabio... no lo olvides, SIEMPRE del error se aprende...

Besos a esa galaxia que orbita tan lejos y tan cerca a la vez...

Mister yo dijo...

No sabes como me erizo el pelo leer tus palabras.

Me ha pasado y te entiendo.

saludos

JP dijo...
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