jueves, 15 de mayo de 2008

Sobre miedos... ¿y el tuyo?

Si tenía la desgracia de que la cobija cayera al piso, mi destino final sería encaracolarme para soportar el frío de la noche valientemente acobardado de estirar la mano debajo de la cama.
Si, soy un miedoso compulsivo. Las camas por debajo eran el terror de mi infancia; ¿sabe usted mi querido(a) lector(a) cuantos engendros del averno tienen por habitad la planta baja de su cama? No he realizado estudios al respectos, pero deben ser muchos, centenares, cada uno más malévolo que el anterior. Después, gracias a la película de It (La Cosa) los payasos fueron el objeto de mis desvelos, pero no era gratuito, sus voces chillonas, sus narices rojas, sus pelucas horribles, todo en ellos era una mascara para ocultar a un hombre quizás más horrible que el mismo payaso.
Los tiempos cambian y tus miedos evolucionan… bueno, quizás los miedos de las personas normales evolucionan y tienden a desaparecer. Mis miedos se suman a los miedos nuevos y se fortalecen por así decirlo. Le tengo miedo a los árboles de noche (aunque con una buena compañía es soportable), le temo a esos muñecos que son de tamaño elevado y que contienen a un cristiano por dentro para promocionar un almacén o animar una fiesta.
Si, señoras y señores, soy una gallina completa, me asustan los enanos (sin ofender a los “dulces” amigos de Blancanieves), me da miedo la llorona y los duendes que, dicen, habitan el patio de la casa de los abuelos.
Pero mi fobia, el mayor de todos mis miedos, ese que es incontenible y que te hace olvidar del tiempo y del espacio: las ratas. Tan solo hablar de ellas me descompone, de hecho, hace mucho tiempo que ese animal se suprimió de las conversaciones en casa de Mamá (incluso los niños lo saben)… cuando uno de esos endemoniados roedores hace su aparición en escena me cubre una sombra, me duele esa parte indescifrable donde mis miedos se juntan… me sudan las manos, siento que no puedo ni siquiera gritar y que tengo el tiempo preciso para firmar mi testamento antes de que se me lance como la fiera que es. Esta sensación de pánico absoluto se hace extensiva a todos los miembros de la familia de la horrorosa rata (incluyendo sus primos bien vestidos: el conejo y la ardilla)
Todos estos miedos, ilustres ciudadanos de la blogósfera, vienen de fabrica, en la programación inicial de este fulano. Todos estos no se han podido erradicar ni con el tiempo ni con la mágica mano del psicólogo que evitó que clarita siguiera mojando la cama y que mi amigo Duván superara su perdida familiar. Aun así, hay muchas cosas que son de temor publico y que no me perturban, como la muerte, que en su calidad de inevitable (como la vida) no me quita el sueño. Tampoco le temo a las tormentas eléctricas y a los temblores, casos en los que mi calma desespera a Mamá.
También hay temores de mi propia autoría, esos que automáticamente he agregado a mi biblioteca para poder crear registros, como el temor a la mala ortografía (agradezco infinitamente cuando alguien me da a conocer alguna letra mal hubicada ;D ); le temo a sentir que mi lucha es por una causa perdida, no por la acción de luchar, sino por considerarme perdedor desde antes de finalizar el combate…
… pero, el mayor, más grande y más tenebroso de mis miedos es el miedo a las mentiras, a los buenos mentirosos, a esos que se creen sus propios inventos. Quien te miente es desleal, es mezquino y miserable; quien te miente es incapaz de sostener una verdad en sus manos, porque no encaja con todo lo que ha elaborado para si mismo. Quien te miente te ofrece una felicidad pasajera en un mundo de fantasías, justificando con esta felicidad la incapacidad orgánica para entregarte una verdad sin excusas. Quien te miente se abandona a su propia crapulencia, sin pensar por un momento en ti, protegiendo su propio trasero. Quien te miente se escudará en excusas prefabricadas, para refugiarse en la figura de la mentira piadosa, sin tener en cuenta que una verdad a medias siempre resulta ser la más cruel de las mentiras.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

...Pequeño duende mugroso... Acepto tu MENSAJE SUBLIMINAL.... Nuevamente me caló en mi conciencia... No tengo excusas para estar como estoy... no me puedo engañar más a mi misma inventando mentiras prefabricadas para disfrazar mis miedos... PROMETO QUE EL FIN DE SEMANA ... solucionó mi situación. Tenes razón, nunca he pertenecido a ese gremio de disfrazar verdades y ahora no tengo porque estar en el... y tenes razón... ese miedo que expones, tambien puede ser el miedo de mis tormentos y yo no soy quien para relucirlos en sus vidas... MIL GRACIAS !!! MIL Y MIL GRACIAS!!!

Anónimo dijo...

Ummmm, tengo temores como todo el mundo, mas de los que deberia tener, pero solo hay dos de suma relevancia:

La aracnofobia

Y.... lo que siento por Dios, antes tenia temor a él, ahora le temo a él.

Como siempre un gusto tu galaxia.

Pdata: no le temo, pero tambien tengo pesima horrografia y muy mala redaccion, aun cuando no termino de leer un libro cuando ya empiezo el otro, ironico, no???

Marga dijo...

A los mentirosos no les tengo miedo, sencillamente los detesto.

Más:

Las arañas, me paralizan por diminutas que sean. Igual me pasa con los escarabajos. Las ratas ni te cuento, un día una me rozó una un pié en la cocina (cuando vivía en una planta baja) y no podía entrar sola, imposible, tenía que cocinar acompañada.

Las camas: me dá pánico que me salga una mano de debajo y me agarre, de pequeña antes de meterme en la cama revisaba todos los armarios y debajo de la cama, por si acaso.

Las pelis de miedo, no puedo con ellas, después no tengo narices de ir sola a ningún lugar de la casa.

Morir quemada, me horroriza, la electricidad ni tocarla, los enchufes para otros, en cambio me encantan las tormentas con descargas eléctricas ¿contradictorio? ya lo sé.

Quedarme encerrada en algún lugar con poco espacio.

Las muñecas de porcelana en un dormitorio, si he de dormir fuera de casa y hay engendros de estos los tengo que sacar todos fuera, soy incapaz de dormir, me muero de miedo. Creo que están poseídas, tienen vida propia.

Hay más, pero para otro día ok?

Por cierto, hubicada sin h.

Otra gallina para tu gallinero!!!

Besitos ángel de alas hermosas

Vulcano Lover dijo...

Yo odio las palomas... No me dan miedo, pero sí repulsión...Al igual que las cucarachas.
Miedo me dan, extrañamente, algunos insectos... prefiero ni decir cuáles.

En cuento a los mentirosos compulsivos... creo que a veces es gente enferma, que se cree verdaderamente sus mentiras, y que no lo pueden evitar, como tampoco otros no pueden evitar hacer otras cosas... Aún así, no debemos renunciar a que la vida debe estar fundada sobre la sinceridad... por la salud y la felicidad de todos.

Monchis dijo...

Hola Darkie,

Yo no he sido miedoso en el sentido literal de la palabra; no le tengo miedo a los bichos, la oscuridad, estar solo, encerrado o cosas parecidas.

Sin embargo confieso que tengo una de las fobias mas tontas del mundo: No soy capaz de inflar una bomba de caucho, por temor que se me estalle en la cara....Habías oído alguna vez algo tan tonto?... :)

Saludos,

Gustavo Puntila dijo...

Tengo algunos miedos raros, pero extrañamente casi todos se dan en mi mundo onírico: a los espacios muy grandes, a los muertos inconformes, a que se me caigan los dientes, a hormigas subiendo por paredes... pero en el plano real los miedos desaparecen y son muy pocos los que conservo.

Comparto cada una de las letras, tildes, comas y puntos de tu último párrafo. Temo a los mentirosos y los considero como personas malas por naturaleza. Temo encontrármelos en mi camino sin darme cuenta que se han atravesado.

Mil gracias por tus comentarios y un abrazo cálido para tí, habitante de una lejana galaxia.

Marga dijo...

Guai el cambio de look de tu blog, se me olvidó de decírtelo el otro día.

Besitosssss

Green dijo...

Hola, nuevamente retomando la lectura de tu blog, me fascina la forma en la que escribes...
...un tema muy interesante...a mí me aterraban cuando niño las películas de monstruos y pesadillas...luego más adelante me aterraban los muertos y fantasmas. Y hoy en día no puedo ver ni en pintura una polilla...si alguien quisiera matarme que me meta a un cuarto lleno de polillas y quedo hielo!

Dolores Garibay dijo...

Ay mi querido Dark Angel, yo también soy la suma de todos los miedos que me han atormentado desde mi infancia. Aún le temo al silencio, no puedo dormir si no hay un radio o una televisión prendidos. Y a las abejas... no sabes los escándalos que he hecho por una abeja que osó posarse en mi brazo :S

Creo que es normal tener miedos a cosas absurdas.

Besos chilangos

Milo Gasa dijo...

Y realmente qué tanta diferencia habrá entre un mentiroso y una rata, ¿no será la misma fobia con distinto sujeto?. En mi caso, me aterran las dos cosas y estoy completamente de acuerdo contigo... pero prefiero darme la pela y escucharle mentiras a alguien, así se la persona que amo, que soportar con estoicismo la presencia de una rata.

George Hazard dijo...

Yo cucarachas. ¡Dios! Una vez viví en un piso en Madrid donde se me aparecían en la ducha, en la cama...
¡Puse cepos por toda la casa! Y desaparecieron. Mi compañera de piso, como le daba asco matarlas, las tapaba con un vaso y las dejaba ahí, y hala, luego llegaba yo y a matarlas.
Pero, como dices, lamentablemente hay miedos que son parte de nosotros mismos, difíciles de erradicar

Rosa dijo...

¿Le tienes miedo a los conejitos a las ardillas?... pero son relindos. Como tú le temo a las mentiras y a mentir, aunque a veces la verdad suene un poco brusca.No le temo a nada bajo la cama, aunque para serte franca, después de ver ese horrendo muñeco Chucky, tenías mis reservas; o aquella de Poltergeist...¿recuerdas?, el payaso del niño.
Pero tengo un temor terrible, la violencia, no soporto que se maltarte, torture o golpee a nadie, así sea un delincuente; nadie puede tomar la justicia en sus manos... y a veces hasta matarlo. Tampoco soporto las peleas de perres donde se lástiman sin piedad, o que alguien los lástime. Y algo más doloroso aún no soporto ver a alguien que amas tirado en una cama de hospital repleto de tubos, mirándote como si con los ojos te gritara !BASTA!... perdona mi Sergio, no quise extenderme tanto...pero hay tantas cosas que nos aterran.

Gittana dijo...

Miedos... creo que soy una de las personas o seres humanos con más miedos que ninguno...

A la soledad, al dolor, y a lugares cerrados, a la gente que no conozco...

Y millones de cosas más...