lunes, 29 de octubre de 2007

Legitima defensa!


Hace mucho tiempo teníamos una perrita en casa. Era una dálmata vieja y célibe que había pasado por todas las casas de mi familia a medida que fue creciendo; el hecho es que pasado el tiempo, cuando un gatito huérfano llegó a casa y se rehusó a recibir comida de cualquiera de nosotros, fue ella quien se encargó de amamantarlo, contradecir la naturaleza de su genero y de su castidad para dar un aliento a quien lo necesitaba, pero el gatito también creció y con cada cena lastimaba a su canina madre. Un día, ella se rehusó a continuar con su noble labor; estaba cansada.
Ayer Colombia estuvo en lo que nuestro Presidente llamó La Fiesta Democrática. Las elecciones de alcaldes, gobernadores y diputados dieron rienda suelta a los deseos de cambio de algunos, de poder de otros y de dinero de los demás.
Ya les conté que hace más de dos meses me mudé a un pueblito donde todo ocurre sin mayores pretensiones, sin que nada afecte la gris armonía de su gente, pero las elecciones de ayer caldearon los ánimos. El candidato A (véase el candidato con mayor aceptación popular) era el ganador hasta las 6 de la tarde. Las personas gritaban arengas, quemaban voladores y se sentía la alegría de quien recibe la recompensa a todo el esfuerzo de una agotadora campaña. Pero a las 7 de la noche sorpresivamente el ganador fue el candidato B, un pupilo del actual alcalde y continuador de una obra muerta y sin destino. Hubo desconcierto, se callaron los voladores, las caras largas y las explicaciones buscadas infructuosamente eran el común denominador de la noche.
Pero esos gatos ya habían lastimado mucho a quien los amamantaba, era hora que el pueblo lánguido y desangrado se negara a seguir amamantando esos hijos ingratos que ni siquiera habían nacido de sus propias entrañas.
Vi la muchedumbre llegar hasta el lugar de reunión de lo ganadores. Vi negros, indios, pobres, adinerados, jóvenes, viejos… todos exigiendo una explicación, inicialmente en forma pacifica, pero llegó un momento en el que el silencio de las autoridades avivó la impotencia de la gente, convirtiéndola en una fuerza incontenible que comenzó a descargar la ira en un auto, que terminó volcado frente al lugar de resguardo de los entonces atrincherados ganadores. Las piedras volaban, la gente corría, los gritos enardecidos pedían quemar las casas de los “tramposos” y la anulación de los “comicios fraudulentos”. La madre que los había amamantado por tanto tiempo estaba cansada, los pechos adoloridos de un pueblo manaban sangre y era hora de destetar esos hijastros traidores y aprovechados.
Pocas veces he hablado de política en mi espacio, pero hoy no vine a hablar de ella, hoy hablo de elecciones, del cansancio de la gente, de las decisiones mancilladas por las conveniencias de unos pocos, de las limosnas que alimentan a muchos para poder entregar los millones a unos pocos. Los pobres son cada vez más pobres para poder hacer a los ricos más ricos, entonces es cuando justifico que el pueblo levante sus carteles, componga sus arengas y se lance a las calles a hacer valer sus derechos.
¡A la carga! A defender el divino derecho de elegir los destinos del pueblo, de elegir quien guiará al pueblo hacia un futuro próspero. ¡Que se levanten las multitudes y las madres salgan a defender el mundo que habitan sus hijos! Que la legitima defensa comience en los pueblos olvidados por las leyes y el progreso, para que se extienda hasta los últimos rincones de una republica creada para proteger a sus habitantes. ¡Que los hombres y mujeres luchen por el pan de sus hijos, pero nunca al nivel de los perros terroristas de la guerrilla y los paramilitares, que masacran campesinos y corrompen las universidades, demoliendo el pueblo que dicen proteger! Que la lucha no sea contra la policía y los hombres dignos que se ganan la vida protegiendo las entidades, no; que la lucha sea demoliendo las ideas retrogradas, evitando que los hijastros malagradecidos sigan succionando la savia de vida que corre por las venas de los pueblos dignos y pequeños; que prime el deseo del pueblo y que este verdaderamente sea superior a sus dirigentes. Que nunca sea la voluntad del mismo pueblo la que deja caer la guillotina sobre su cabeza. Quizás las banderas y los gritos no sean la mejor manera de imponer la decisión popular, pero ¿Qué hacer cuando la diplomacia ignora a los que hablan despacio porque hablan desde la pobreza?
Aun no sabemos como termina esta historia. La calma ha regresado después del anuncio de comisiones para una minuciosa revisión de las elecciones locales; solo queda esperar que la memoria popular no sea volátil y que no se acepten las conveniencias de unos pocos, engordados con el dinero de todos.

sábado, 20 de octubre de 2007

son solo cosas viejas...

.... jfT: Olvidarte? Hay pedacitos de mi corazón a los que nunca les escribo de olvido


Cosas viejas... mas cosas viejas... no se de donde proviene el poder mistico de las cosas viejas para reproducirse en épocas de mudanza, pero aparecen en los sitios más insolitos y de las manerás más ilógicas, como la cajita que se cae y decubre un contenido de muchas cartas, ocultas para sanar heridas.
Tomé una conocida, tenía escrito un numero 38 en ella y con solo verla reconocí la ultima escena en una particular etapa de mi vida, hermosa por demás.

Esta es la ultima carta que te escribo. Hoy encontrarás aquí toda la pasión y la fuerza con la que te escribí cientos de cartas, muchas de las cuales no tuve el valor de entregarte. Hoy usaré las mismas ganas con las tantas veces te pedí amor, para decirte que después de todo el tiempo que estuviste y de todo el tiempo que decidiste no estar, por favor, ya no me quieras.
Se que no llorarás y no esperaba que lo hicieras; sabes que no lloraré aunque esperabas que lo hiciera.
“Mi táctica fue mirarte…aprender como sos… quererte como sos… mi estrategia en cambio fue más simple y sencilla; mi estrategia fue que algún día por alguna razón y por cualquier motivo, por fin me necesites.”
No se si recuerdas eso… son retazos de un poema que trascribí hace meses para ti y siempre esperé que se pudiera cumplir. Siempre esperé que llegara el día en que me necesitaras, de la misma manera que te necesité todo ese tiempo. No fue posible. Siendo realistas aunque estábamos en la misma frecuencia, no esperábamos lo mismo, no buscábamos lo mismo, no pudiste ver en mí el tipo de persona que querías para compartir tu tiempo. Se que dirás que es por tu familia, la represión maternal y todo lo que habíamos hablado. Pero yo hablaba de poner tiempos fugaces dentro del tiempo posible.
No. Tú no entendiste mi manera loca de querer, de querer con el alma y con el hígado y con todo el ser. Tú ubicabas el amor en un solo músculo, tú pretendías solucionar la vida con veinte centímetros, pero, ¿El corazón? Yo no tengo corazón por accidente, en mi pecho él tiene vida propia; siente, ama, goza, vivé, se muere por entregarse completo y sin reservas. Tú no tienes corazón. Una mezcla de cenizas y nervios son las que mueven tu sangre a lugares oscuros y apartados de tu anatomía.
Pero un amor que no se alimenta no sobrevive y destinaste al mío al más solitario de los desiertos… ja, olvídalo, ¡que sabes tú de soledad! Tu cielo feliz y tus amigos perfectos hacen parte del mundo que nunca quisiste enseñarme. Y me hice a un lado, y te deje en tu mundo y fuiste feliz y no recordaste mi nombre.
Yo, ya ves, sobreviví… logre salir del pantano en el que me dejaste. Mis heridas están sanando y los sueños que rompiste en pedazos construyeron una colcha de retazos que me supieron abrigar. No te necesité para poder vivir. No te necesito para poder vivir. Tú tampoco me necesitas, nunca lo hiciste y cómo te envidio por eso. Nunca te moriste por un beso como yo, nunca lloraste de amor como yo, nunca sufriste por ausencias como yo. Pero he aprendido, he cambiado, soy el nuevo ser que tú quisiste que fuera, soy lo que tú creaste, pienso como tú quisiste que pensara, entonces, ¿Qué reclamas? ¿De qué clase de amor es que vienes a hablarme?
No me busques por favor. No me ames. En la medida de tus posibilidades no me pienses, yo dejé de hacerlo hace mucho y eso me hizo bien. A veces miraba los retratos que siempre conservé y observaba tus ojos; es increíble que mintieras con ellos, con tus palabras… aun con tus silencios. Tus mentiras siguen retratadas en tu mirada y eso, mi dulce amigo, ni el tiempo podrá borrar.
No te puedo ofrecer mi amistad, la verdad es que confío en todos mis amigos y tú has demostrado no ser digno de confianza, pero deseo de todo corazón que alcances el cariño y el afecto que necesitas, que tus sueños se cumplan, que unos brazos te muestren que detrás de las cenizas y los nervios sangrantes, tú tampoco tienes corazón por accidente. Se que hay alguien a quien podrás amar con el alma y con el hígado y con todo el ser… entonces entenderás mis palabras, entonces entenderás mis miedos y entonces entenderás como un día, por no tener tus labios, yo pude perder la cabeza.

martes, 16 de octubre de 2007

Felinas divagaciones


El grito de mi hermanita nos llevó a todos al patio… salimos con más agallas que valor a mirar la fiera que quizás iba a atacar a la pequeña. Pero resultó que el grito no era de miedo si no de asombro y que la fiera no era más que un gatito que había entrado en la casa y había decidido tomar una siesta en el recogedor de basura.
¡Es mío – argumentó la niña- yo lo encontré! Pero ninguno iba a pelear por un gato tan feo, tan flaco y tan falto de gracia.
Pasaron dos días. Papá gritó “¡el gato se va!”… los niños gritaron “¡el gato se queda!”… Mamá zanjó “¡si el gato se vuelve ladrón lo tiró al techo!”… yo me acosté a ver TV sin opinar al respecto, cuando llegó la peluda manzana de la discordia. Ronroneo, maulló e hizo sonidos que no tenía ni idea que hacían los gatos, buscando mi atención; lo alcé y lo puse en el pecho, el dio algunas vueltas y se acomodó bajo mi brazo. Mientras todos peleaban por él, él todo lo que quería era escapar al frío de las lluvias de octubre.
Ahí estaba yo, acostado riendo a morir con las repeticiones de “Will & Grace” y con el minino bajo el brazo. Entonces llego a pensar ¿esa simpatía repentina por el gatito es simplemente una unión de dos seres de similar origen? Quizás todo este tiempo yo también me he sentido durmiendo en el recogedor de basura; quizás yo también he querido que un brazo amigo me abrigue el corazón y lo proteja del frío de las lluvias de octubre. La diferencia está en que los maullidos, ronroneos y sonidos que mi corazón también sabe hacer, no han sido comprendidos o por lo menos no en su totalidad.
Ya en la noche, en mi casa, me puse a revisar los papeles viejos y encontré una carta que escribí hace exactamente un año; la persona en cuestión había de hacer un viaje del cual no habríamos de recuperarnos nunca…
“…Antes que nada me gustaría que supieras: NO QUIERO QUE TE VALLAS…. Es tonto, teniendo en cuenta que nos vemos muy poco y que a veces me avergüenza llamarte por no parecer intenso…. Pero me hace falta, por lo menos, que exista la posibilidad de verte, de que por algún motivo nos hablemos o por algún milagro pueda darte un beso…
Este será un largo correo, porque tengo tantas cosas atascadas y sin a quien decírselas, que creo que eres una fuente confiable para hacerlo. Espero no aburrirte, porque te aseguro, tengo más letras que palabras.
No pensé que me fueses a dejar pensándote toda la noche… no pensé que me sentiría mas solo sabiendo que no estás en la ciudad. Estar solo fue mi problema anoche.. Eso es lo que me tiene mal mi dulce amigo… me siento más solo que nunca. No tengo mi familia cerca, mis amigos se olvidaron que existo, el amor… se convirtió en una leyenda que no se a ciencia cierta si existe. Todas esas cosas me tienen triste. A veces creo que no vivo, sobrevivo en un día a día que se basa en adivinar cada mañana que será mi almuerzo porque es lo único que no tengo previsto, de resto no es mas que una rutina continua, constante, aburrida y simple. Con las ganas constantes de gritar o salir corriendo, viendo como mi vida se consume en días iguales, sin ser nada ni nadie, dejando de existir para el mundo porque cuando cierro la puerta de la madriguera no hay nadie que me recuerde. No creas que trato de inspirar lastima ni que soy fatalista… solo te cuento las cosas que nadie se imagina, porque quizás a nadie le importa. Es por eso que cuando algo (como Tú en mi caso) llega y cambia la monotonía de las cosas, ese algo se vuelve importante para mí. Esa es mi explicación al placer físico, emocional y sexual que siento de tenerte cerca, por lo menos, en la misma ciudad. Ahora solo queda conformarme con tenerte en el mismo país, ¿verdad?...”
En este punto mi corazón era completamente felino. ¿Quién podía culpar al gatito por buscar una casa llena de amor infantil para cubrir sus necesidades básicas de cariño? ¿Acaso no es la búsqueda de la felicidad nuestro único derecho y deber cósmico?... Un rayó cruzó el cielo con su ruido atronador y un nuevo aguacero comenzó a arreciar, entonces me sentí tranquilo: conociendo los niños, alguno se las había arreglado para rebasar las medidas de seguridad de Mamá y el gato debía estar acurrucado bajo las sabanas calientes…
Ese es el destino incuestionable de todos los gatos vagabundos, de todos los corazones vagabundos cuyo anhelo es encontrar abrigo en las noches de lluvia. La felicidad es el destino inevitable si se tiene un enfoque directo, si se sigue el camino sencillo sin importar que en este momento estemos durmiendo en el recogedor de basura; tarde o temprano un ángel nos salvará, con un grito de alegría y un abrazo tierno para quedarnos el resto de la vida.

sábado, 13 de octubre de 2007

Bienvenido!!!


La suerte está agazapada en cualquier esquina, esperando que la busque, pero por primera vez andaré totalmente desprevenido; así, cuando ella decida presentarse fingiré sorpresa.
Los años no son nada… doce meses cumpliendo la interminable labor de volvernos viejos e inútiles, pero conocimos una mejor jugada, aprendimos a darles el mejor de los usos: nos convertimos en fábricas ambulantes de recuerdos.
No me gustan los pasteles, pero definitivamente me encantan los pasteles de cumpleaños. Quizás porque es el recuerdo más fabuloso que tengo de los cumpleaños de mi infancia: Mamá me preparaba con sus propias manos el pastel para la fiesta. Eran unos pasteles enormes y llenos de pepitas de colores que comenzaba a preparar desde el día anterior, entonces mi única preocupación era esperar los utensilios sucios de dulce para darle gusto a mi golosa ansiedad. Para mí los pasteles de cumpleaños aun guardan ese dulce placer de las manos de Mamá preparándolos, dejando pedacitos de amor con los que no se decora para la vista… se decora para el alma.
Alegria, Come un lampo di vita

Alegria, Come un pazzo gridar... Alegria.
Del delittuoso grido bela ruggente pena, seren

Come la rabbia di amar, Alegria... come un assalto di gioia
Se acercó a mí con la suavidad etérea de una fiera hacia su presa. Mi cuerpo minutos antes había caído bajo el dictatorial instinto romántico–ilógico que detiene los pulsos, acelera el corazón, agita la respiración y borra las ideas. Mis piernas eran de jabón y mis manos eran una fuente incontrolable de sudor. El beso lo había esperado desde dos citas atrás (nunca me he sentido lo suficientemente confiado para dar el primer paso hacía un beso).
No sabía entonces que el corazón, que entonces latía con fuerza y con decisión, estaba creando las razones por las cuales habría de partirse en pedazos ocho meses después.
Alegria, I see a spark of life shining

Alegria, I hear a young minstrel sing

AlegriaBeautiful roaring scream of joy and sorrow...So extreme

There is a love in me raging, Alegria

A joyous, magical feeling
Miré por la ventana y me di cuenta que el nuevo día había llegado. Su cuerpo había dejado en mi cama un olor indescifrable que me envolvió durante un largo tiempo en ese éxtasis fabuloso de quien tuvo una espectacular noche. Las noches solo son espectaculares porque cada noche tiene un amanecer… entonces, ¿solamente son hermosos los momentos que tienen un final?
Alegria, Como la luz de la vida

Alegria, Como un payaso que grita

Alegria
Del estupendo grito, de la tristeza loca... Serena

Como la rabia de amar, Alegria... Como un asalto de felicidad
El encanto de los pasteles no residía en el hecho mismo de comerlo, el encanto estaba presente en cada movimiento de Mamá al prepararlo; en la dulce espera saboreando a escondidas los utensilios sucios de crema. La fascinación por los besos no era el verbo “besar” en su literalidad; el placer estaba en la ardiente paciencia que acompaña la expectativa, en los movimientos erráticos de las manos que se toman y tiemblan sofocadas la una en la otra. Entonces comprendí aquellos que dicen que el privilegio de la vida no está en el objetivo sino en el camino hacia él. Todas las acciones responden a la misma regla, todo el orden humano se mueve en la misma orbita: el dulce placer de la espera.
Esperé su llamada al calor de café de las mañanas; mirando la lluvia caer después de ser un soleado perfecto; entrenando al medio día en el gimnasio; preguntando como modificar el lenguaje html que me permitiera modificar el fondo de mi blog; leyendo, durmiendo, soñando. Esperé la llamada contando los minutos en mi particular manera de ver la vida y me encontré en silencio, con un objetivo tangible y un deseo enorme.
La llamada llegó, se condensó, cambió y concluyó en el olor que dejó su cuerpo en mis sabanas la noche anterior. Entonces descubrí que había perdido la magia de la espera; las posibilidades fueron una certeza y ya no había razón para mirar al reloj y al móvil simultáneamente.
“Esperar” ahora se ha convertido en “El divino arte de esperar”… donde los momento buenos o malos son los que marcan las pautas del guión y del aprendizaje, donde los latidos sin dueño que lanza mi corazón me preparan para ser una mejor persona, y donde las manos temblorosas aguardan por otras manos que las abriguen y las acompañen a encontrar la puerta principal de la vida. Esperaré paciente porque he decidido que ya nunca volveré a entrar a la vida por la puerta de atrás.

miércoles, 10 de octubre de 2007

...fin del primer ciclo


Su lugar. Mis ganas. Sus ímpetus. Mis miedos. Sus presunciones. Mis reservas.
Nos vimos en su casa, tratando de ignorar el calor de azufre que despertó desde hace dos semanas y que los meteorólogos auguran hasta el año próximo.
Las detestables citas a ciegas tienen un componente especial que las hace fascinantes: la posibilidad de que, tras un golpe de suerte, la vida cambie y la felicidad comience a sonar entre los latidos del corazón.
Pero los golpes de suerte que se esconden en los juegos de azar, la lotería y las citas a ciegas son asignados a los príncipes de los cuentos infantiles, no a los mortales simples y sencillos como yo.
Él era una persona como todas y hablaba como ninguna. Tenía un encanto personal que lo hacía bromear con total fluidez, discutir con certeza y seducir con efectividad.
Yo fui presa fácil… soy definitivamente una polilla cuando una deslumbrante llama aparece frente a mis narices y este caso no sería la excepción. La noche llegó con la correspondiente despedida y las promesas de rigor de volvernos a ver cuando los vientos favorables soplen en nuestros veleros.
Me senté en el sillón azul y miré la noche detrás de la ventana; me hubiese gustado mirar la noche a su lado. ¿Acaso había ido a la cita esperando encontrar alguien que mire la noche conmigo? Se que así es, se que más allá de el sexo desenfrenado y el sudor sobre las sabanas lo que me conduce es el deseo inmortal de encontrar a alguien que entienda mis palabras… y aprecie mis silencios. Pero los silencios se fueron alargando y miré varias veces mi móvil de reojo, deseando que despertara del letargo que mantiene. No paso nada, nunca sonó. Pasaron los días y nunca sonó más allá de la llamada obligada de mi madre (aun cuando vive a dos cuadras de mi casa).
Este soy yo, con las manos en los bolsillos voy pensando en una fotografía que me prometieron de las hojas otoñales cayendo… es lo más bonito que puedo pensar por ahora, las ideas se me escapan, se cruzan con los deseos que mantengo y que jamás se cumplen. Pero, ¿Si está tomando el tiempo de rigor para llamarme? ¿Si está esperando que yo le llame primero?... ¿Cuanto tiempo debe pasar antes de realizar una llamada después de una cita?
Yo soy de aquellos que no cuentan el tiempo por minutos si no por latidos de corazón… así que mi lejana galaxia se mueve con una sincronía diferente, desesperante… mortal.
Ahora me sentaré en la banca de un parque… papel y lápiz en mano convocaré al Aprendiz de Músico que llevo dentro y que tiene una labor inconclusa; la labor de prestarle sueños y palabras a un ángel oscuro que quiere evolucionar, que quiere escribir una hermosa canción para finalizar el ciclo. El aprendiz debe ponerse a trabajar.

Pues a Adán le salio más barato dar una costilla
Yo ya llevo mil sueños, mis noches y cartas de amor
Una luna, un poema, las frases que a veces me invento
Para darle ilusiones vacías a mi corazón

En un blog que alimento con sal de la sal de mi venas
Yo pondré las diez cosas que espero en mi vida encontrar
Comenzando por versos de amor en las noches serenas
Más los besos del fondo del alma que me quieran dar

De tercero pondré alguna noche buscando una estrella
De esas viejas, que guardan las penas de algún soñador
Otra noche con quien no ha llegado y que vale la pena
Pa’ entregarle ese sueño pequeño que no se cumplió

El café de mis mañanas más lluviosas
La canción que llamaré “numero seis”
La promesa que hay entre pecho y espalda
Y que juro por mi Dios que cumpliré

Ocho besos te daré cada mañana
Nueve veces te diré cuanto te quiero
Solo dime si es que existes, ¿Dónde vives?
Pues lo dijo Garcilazo “Por vos Muero”

Mi decálogo sale algo chueco, parece incompleto
No hay decálogo que finalice en el numero nueve
Pero, amor que nació solitario jamás es perfecto
Y el que tengo, para que negarlo, creo que ya por vos muere

viernes, 5 de octubre de 2007

El ocaso de un tirano...


El jurado terminó su intervención y el Gran Consejo Interno comenzó la suya:
“Bien… hemos callado… nos hemos sentado en el suelo y escuchado a hombres y mujeres sabios, que tienen la virtud y el privilegio de ver esta vida como solo puede verla un espectador. Hemos mirado al futuro, hemos revisado nuestras cartas, hemos planeado nuestro juego, hemos afilado nuestras uñas… y después del largo silencio vamos a hablar con Usted.
Se le condena, señor Ángel Oscuro, a la dignidad de la muerte una vez hayan concluido los siete amaneceres de una semana. Los cargos ya han sido dichos, sus injusticias las hemos venido padeciendo por casi un cuarto de siglo. ¿Cree usted que es justo fundirnos al corazón, al alma, a los sentimientos, a los recuerdos en una sombra capaz de nublar las cosas buenas que todos tenemos?
No, no fue justo usted con nosotros señor Oscuro, usted que pregonaba justicia y se sentía atacado por todo y por todos. ¿Acaso no fueron sus elecciones las que condicionaron sus niveles de felicidad? Nadie le obligo a recorrer sus caminos. Tuvo usted la libertad de mirar sus horizontes y elegir sus destinos; provocó a su suerte, colgó sus cortinas y le puso banda sonora a la película que protagonizaba. La ambientación de cada escena fue suya y nada más que suya, pero usted fracasó, se le entregó un ser con todas las condiciones para el éxito, pero con sus miedos y frustraciones lo único que logró fue un apartamento de paredes rosadas y telarañas en las esquinas.
Lo condenamos a morir cuando muera la noche del próximo doce de octubre. Lo condenamos al exterminio, lo condenamos al destierro, pero se le concederá un beneficio, no se le condenará al olvido. Hará usted parte de la historia, porque buena o mala, usted la escribió. Miraremos su opaco reflejo para no cometer los mismos errores cometidos durante un cuarto de siglo. Su imagen será nuestra serpiente de cobre para nunca olvidar nuestro origen, pero tenga la seguridad que no viviremos en su pasado. Nadie llorará su muerte, porque un futuro magnifico borrará su régimen y sus obras. Y veremos el amanecer del próximo trece con fuerzas renovadas, sin miedo al tiempo, con sueños nuevos, con nuevas ganas. Abriremos las ventanas que usted tenía cerradas para siempre; sus miedos y sus frustraciones son condenadas también al destierro y al olvido, porque de ellas nada se puede aprender. En su honor y en nuestro beneficio conservaremos las alas, pero ahora serán blancas, nuevas, fuertes, alas de vuelo orgulloso y seguro, alas de las que usted nunca supo construir.
Señor Ángel Oscuro se le reconocerá todo el merito por las canciones, porque no se puede desconocer su talento para crearlas, para seducirnos con ellas, para dejarnos vivir a través de ellas, pero las canciones no mueren con usted, las musas seguirán llegando y aunque quizás ellas sean las únicas que lo extrañen, nosotros sabremos como seducirlas.
Señor Oscuro, esperamos que pueda usted recibir en esta ultima semana la paz que se merece, que quienes le conocieron puedan decirle adiós, porque en el amanecer del trece de octubre, los ángeles dejarán de ser oscuros.”
Todos se retiraron, el ángel oscuro miro por la ventana hasta donde comenzaba el amanecer, el inicio de su final. Puso sus manos a la espalda y las cubrió con sus alas sucias y descuidadas; miró a través de la ventana y pensó ¿Cómo falla un plan ejecutado magistralmente en veinticinco años? De repente el ángel tuvo un nuevo miedo que le heló los rincones de su humanidad disminuida, el miedo al olvido. Entonces planeó escribir, en la última semana que le quedaba de existencia, las canciones más hermosas que un ángel oscuro pueda crear.

lunes, 1 de octubre de 2007

Mudanza dulce mudanza

Particularmente siempre he sido amante de los cambios, los cuales han hecho maravillas en esta pequeña galaxia que habito. Un cambio mínimo genera una serie de hondas que repercuten en cada rincón, al igual que en la superficie del agua.
La noche del viernes, le dije a mi abuela Luisa que había encontrado un apartamento para mi solo; ella, concentrada en las noticias de la 9, simplemente me respondió con un “¿es muy lejos?”… a veces creo que el desarraigo que mantengo por las cosas que me rodean simplemente fue heredado de esa mujer, para quien es lo mismo estar sola o mal acompañada (yo creía que a los 70-y-algo es imposible darse un lujo de esos)
Ayer (domingo) para el medio día ya me encontraba yo en ese lugar
que de ahora en adelante llamaría “hogar”… con todas mis cosas (que no son más que unos muebles variopintos y una cama con historias) en una gran casa completa, un espacio mucho más grande de lo que yo necesito. Me senté en el suelo y miré por primera vez con ojos críticos el lugar: ¡es simplemente horrible! Es muy grande, las paredes están torcidas, el piso es opaco, tiene un aire extraño (como si algún día ocurrió una masacre ahí) y lo peor de todo es que es de un color espantoso, no sabía que color era, pero mi daltonismo no me impedía recibir el mensaje que la estética me enviaba.
Ese era yo, sentado en el piso, observando mi pequeño paraíso personal, elegido a mi amaño, sin
ninguna presión. ¿Era mi infierno interior el caso exacto y similar?¿Son mis inseguridades, miedo, fobias, deseos inconclusos y carencias en reflejo de mis malas elecciones y mi falta de carácter? El próximo trece serán veinticinco los Octubres que he conocido, y más allá del pastel de cumpleaños y las felicitaciones de mis amigos, la cuestión del tiempo me aflige enormemente. A mis veinticinco ¿Quién soy?... sin una carrera definida, sin un logro lo suficientemente grande que amerite la inteligencia que presumo, sin una historia linda, sin un amor memorable, repitiendo día a día las mismas cosas, las mismas palabras a la misma gente. Los octubres siempre han sido negros para mi, desde mis 18, pero el aviso de la vida es claro “mala suerte mi dulce amigo, la tierra del nunca jamás fue arrasada por un cataclismo”… cada octubre de este siglo han sido una paso mas cerca al día de pegarme un tiro. Se que todos pensarán “que fatalista”, “que tonto”, “hay mucho por qué vivir”… lo entiendo, se que la vida está llena de cosas lindas, las pampas Argentinas, Machu Picchu, Barcelona, la zamba en Rio… se que la felicidad y los sueños cumplidos son nuestra única obligación… se que mis talentos son enormes y mis posibilidades infinitas… ¡¡¡yo también hice la tarea, yo entiendo la teoría!!! Pero a mis veinticinco simplemente he logrado ganarme un sueldo mediocre, salirme de casa y dormir solo bajo unas paredes de color rosa espantoso (gracias a quien supo definir el color por mí)
He buscado en la Web técnicas de pintura que me permitan darle un aire diferente a las paredes. He mirado catálogos de mesas para llenar los espacios que sin incontables y he acudido a Mamá para que me devuelva unas
plantas que alguna vez le regalé y que no muere así uno olvide regarlas en mucho tiempo. El paraíso externo está solucionado, pero ¿Ese desorden interior que me está matando? ¿Esa realidad que se escapa de la teoría que todos conocemos? El miedo a volar no existe… es solo que aun no he encontrado el cielo para hacerlo. Mis alas siguen encalladas en el lodazal.
Fe, según leí el sábado en el catecismo de mi hermanita, es la plena confianza de que se alcanzará lo que se desea. ¿Perdí la fe en mi mismo?
Mis queridos bloggers… mis únicos amigos hoy por hoy… al ángel le duelen las ganas de reír.