viernes, 11 de enero de 2008

Evolucion

Anoche recordé otra noche, mucho tiempo atrás, cuando me enteré de una nueva etapa en la escala evolutiva.
La noche prometía ser particularmente especial. Todo estaba milimétricamente planeado; el calor se sentía tenue y sutil mientras la ropa caía dejando a la vista los bóxer blancos. Me acerqué decido, silencioso, con la mirada puesta fijamente en ella. La tome delicadamente y la sentí fría, deseable,…era la leche mas fría y apetecible que recordaba. Es que, no hay mejor plan que alistarse a ver un buen programa de televisión acompañado de leche y galletas de chocolate.
Era la final de mi reality musical favorito (aunque ante los ojos del mundo reniego de la plaga de los reality’s) y no iba a dejar que nada ni nadie me interrumpiera. Iluso de mí. Victima de mi particular gusto por los celulares, veo mi intimidad invadida por estas traicioneras cajitas musicales y en ese particular incremento de mi efervescencia y calor como televidente, el celular sonó. Era él.
¿Dónde estaban en ese momento los juramentos de no volverle a contestar al teléfono? ¿Acaso ya había olvidado aquella batalla donde todas las bajas fueron desde mi lado de la trinchera? ¿No había forma de decirle “mala suerte, estoy ocupado, tengo un mejor plan que hablar contigo”? pero quedé petrificado, me vi en peligro, las mariposas del estomago que creía muertas, habían evolucionado en gigantescos pterodáctilos que poblaban el poco espacio de estomago que la grasa dejaba libre. No pude cortar la llamada aunque en el fondo sabía que debía hacerlo; no pude cortar la llamada porque me lo impidieron esos sentimientos que tiempo atrás me habían hecho aguar los ojos.
¿Es tan grande la capacidad de camuflaje de estos sentimientos, que no los detectamos y creemos haberlos desterrado de nuestro universo interior? Porque, para el mundo entero ese problema ya estaba cancelado y, de hecho, yo también pensaba que todo aquello era tiempo pasado. Pero acá entre nos, con tan solo escucharlo fui el muñeco de mantequilla parado sobre una plancha caliente. Ese fue el momento donde murió la magia de mi programa de televisión favorito (que siempre ocultaré, era un reality) y el sabor de la leche con galletas de chocolate jamás volvió a ser el mismo.
El era un habitante más en este mundo y ahora yo era conciente de ello. Ese era yo, en bóxer, escuchando una avalancha de palabras que me estaban destruyendo, fingiéndome estoico aunque ni sepa lo que estoico significa.
Eternos minutos después, tirado en la cama, solo tenía una cosa para pensar: ¿Dónde estaba toda la calma que el tiempo prometió? ¿Era todo una gran mentira y a la final, el tiempo no era tan sabio como todos creíamos? Nunca lo supe, solo era conciente de que las mariposas–pterodáctilos continuaban ahí… y a pesar de todo el tiempo, lastimaban.

7 comentarios:

JP dijo...

Ey!

Creo que nos ha sucedido algo muy parecido recientemente por lo que leo.

Leccion 2 del capitulo 1 que no has interiorizado... Esas alitas, ademas de ser muy fashion, tambien sirven para proteger culicagado!!!

Primíparos!

Quien dice que por culpa de un malandro cualquiera la leche y las galletas no deben saber a lo que siempre deben saber???

Tan poderoso es como para cambiar las sensaciones de tu galaxia? A estas alturas?... Te veo mal...

...de hecho, si así es, podría facilmente yo en uso de mi sutil capacidad, imponer un nuevo gobierno en tu galaxia, capaz de cambiarle el sabor al arequipe y cortarle las alas a cualquier ser alado que cruce por tu barriga...

Lo dicho... Primiparos!!!!

CRISTINA dijo...

Las mariposas tardan mucho en irse, es cierto... a veces creo que no se van nunca...quizás esa es la muestra de que tenemos sentimientos, de que algo verdadero no desaparece así como así, de que una parte de esa persona a la que quisimos sigue en nosotros...en forma de mariposa...

Gracias por tus comentarios en mi blog.
Definitivamente, eres un ángel.

carla Tv. dijo...

nose como llegue aqui , pero me identifique mucho con tu post , aquello que pensamos ya olvidado solo regresa para demostrarnos que tan fuerte fue en nuestras vidas , el amor no es otra cosa que una puta jugada que nos tira el destino.....y comienzo a creer que nosotros mismo lo inventamos de puros masoquistas .....un besito y animo , las mariposas prehistoricas es senal que aun tienes corazon.

JfT dijo...

Darkie, he regresado! Cosas de la vida me han tenido alejado de muchas casas amigas como la tuya, pero aquí estoy, no creas que te he olvidado.
Sucesos, marcas, hechos del pasado van y vienen, ajenos a nuestra voluntad o imaginación. Y no creo que esté mal que así sea, aunque las crisálidas se transformen, para vos, en dinosaurios alados...
He leído sólo el último post, pero aquí estaré, ángel oscuro.
Un abrazo desde MI lejana galaxia.

JfT

hermes dijo...

Creia que al final darias la solución para eliminar o al menos espantar las mariposas, pero veo que estás igual que yo, cuando crees que ya no están aparecen agazapadas detrás de una esquina, o de cualquier vaso de leche con galletas.

Ya estoy por aqui de nuevo Ángel luminoso

Photosynthetica dijo...

Los sentimientos son esas partes inexplicables del yo, que se activan simplemente, con un viento (en especial del pasado). Te entiendo, pasé por ello. Lo que creo es que sentir esas cosas es humano, pero no hay que sucumbir a ellas... obviamente se requiere fuerza de voluntad.
Ahora, se me ocurre la letra de una hermosa canción de Gotan Project:
"Para matar el dolor
Tuve una vez que aceptar
Nadie es del mismo color
Nadie puede penetrar mis sueños"
(Sola - Gotan Project)

Me verás más seguido por acá, ya estaba en deuda.

Anónimo dijo...

Cuestion de fortaleza y decisiones.

Despues de esto todo se supera.

Me quede esperando su respuesta señor Q.