miércoles, 1 de julio de 2009

Sobre la verdadera historia de David.

Estaba pensando en mi gran odio hacia David.

He de confesar que era un rencor que me nacía de las entrañas cada vez que lo veía; tan mono, tan rubio, ¡tan zalamero el miserable!

Cada vez que cruzaba la puerta y sabia que él era uno más de la familia, me entraba ese desprecio demencial por el pobre can que no tenía otra explicación que los celos. Esa vez, cuando se lo regalaron a mi hermana, David era apenas un cachorrito que había abierto los ojos ese mismo día y que había quedado huérfano porque su madre era muy pequeña para la gran camada. Entonces todos en la casa alrededor del pequeño lo mirábamos con asombro y extrañeza; nos turnamos para dormir con él, lo alimentamos y poco a poco se convirtió en la adoración de la familia y en mi tormento personal. El dinero de los helados y pasteles que mi hermana siempre destinaba para mí ahora eran una inversión para que el canalla usurpador luciera un pelaje mejor que el mío; ¡Yo!, que debía ser el más sabroso de los humanos en la casa porque únicamente eran mis zapatos y mi ropa interior las que se devoraba la infernal criatura y lo peor de todo, ahora era parte de mis deberes sacar ese nido-mal-hecho a pasear y hacer sus necesidades.

No miento cuando digo que el perro me odiaba tanto como yo a él: me mordió en dos ocasiones y en ninguna de las ocasiones había gente en casa. ¡Obvio! ¡Ahora ante yo era un mentiroso que intentaba socavar el buen nombre de la peluda bestia que era casi un ángel! Puedo jurar que esa alimaña me sonreía desde el sillón que ahora se llamaba “el asiento de David”.

Entonces llegó el momento cumbre de mi odio, la única decisión que se podía tomar en casos de extrema urgencia: eliminar al tirano. Probé el veneno, en todos y cada uno de los alimentos que él consumía; debió haber sido entrenado con las mismas técnicas usadas por Fidel Castro porque ninguno de ellos dio resultado. Cuando quise envenenarle el whisky en las rocas, se volvió abstemio.

Lo saqué a pasear y lo perdí cinco veces, la última vez fui yo el que no pude dar con la casa fácilmente mientras el bellaco ya estaba apoltronado en “el asiento de David” viendo Lassie.

El día perfecto para eliminar al enemigo era el día del matrimonio de Sury. Con todas las mujeres de la casa, cualquiera podría haber dejado la puerta abierta y el negrito de la esquina, que iría al pueblo vecino, por un par de billetes ya acordados se lo llevaría y lo dejaría allá. Un plan sin errores; perfecto.

Bueno, sin errores sin contar el demencial odio que por mí sentía el perro quien, al verme solo en casa y en un intento kamikaze de destruirme, no sé cómo ni de qué manera saltó desde el tercer piso a la calle. Un coloquio de vecinas escandalosas llegó tumbando mi puerta a golpes y llevando en brazos esa marioneta peluda que tenía la lengua afuera, como si de un ahorcado se tratase. No solo se negaron a declararlo cristianamente muerto, como era mi respetable deseo, si no que me hicieron montar en una bicicleta (aparato que por demás también me odia) y llevar el desmadejado animal hasta la veterinaria al otro lado del pueblo.

No le sucedió nada al perro, quizás estaba enrazado en gato o quizás mi mala suerte era soportar los regaños de mama, el llanto de mi hermana y la presencia endemoniada del roñoso perro. Un año después decidí independizarme, abrir mis alas, dejar el nido y vivir mi vida; con mis maletas en la puerta les decía a todos que tranquilos, que estaría solo a unas calles de distancia, que vendría todos los días; desde su trono personal el dictador aquel me lanzó una mirada altiva, quizás demostraba que me había vencido: por las puertas de esa casa el primero que había salido era yo.

... para Yako

24 comentarios:

Disidente dijo...

Hola que eres anti-can,jaja.Un abrazo desde la sierra de Oaxaca,México.Gustavo.

Anónimo dijo...

jajajaja...David venció a Goliath!jajaja
Muy buena la historia...ay, hasta sentí odio hacia tu perro!
Saluditos.

Sixpence Notthewiser dijo...

Eso del entrenamiento con Castro me hizo reir mas que nada. Y por un momento, parecia que el 'rubio' lo habia creado Stephen King. Fab el relato, Angelito.

XOXO

Anónimo dijo...

Alaaaaaa.. joder, que historia más increible... puñetero perro.. jajajajaj.... Me he quedao alucinando. Si, yo tbm le tome odio a ese perro. Que malo, que malo....

Besos cielo

Vulcano Lover dijo...

vamos, una lucha de titanes...

Anónimo dijo...

Me encanta este nuevo Dark, será que prevalecerá?

Saludos...

Anónimo dijo...

..."A los autores les gustan los gatos por ser criaturas tan tranquilas, queribles y sabias, y a los gatos les gustan los autores por las mismas razones"...

-Robertson Davies-

Qué perro más odioso. Seguramente por eso (no es que odie a los perros) pero me siento identificada con los gatos. Ha de pasar lo mismo contigo...

epistolario segun san alvaro dijo...

Hola a mi eso me paso con guajolote que tenía mi papa... yo le decía en Enemigo e intentaba picotarme apenas me veía, me perseguía como lobo tras su presa.... fué hoorible o si lo recuerdo bien.

jujujuju

anapedraza dijo...

¡Hola!

Me he reído un poquillo, y me ha dado mucha pena por ti, como una persona tan especial puede hacer sentir odio a un perro, ellos que soportan casi todo.

Los animales huelen el odio a distancia, tal vez deberías haberle tratado mejor desde el principio, JEJEEE.

¡Buen fin de semana!

MIGUEL

mon dijo...

jajjajajajajajajajajajajajajaja!!!! Lo que me he reído!!!! jajajajajajajajajaja!!! Buenísima!!! Ahora entre tú y yo, y te lo cuento bien bajito, yo vivo con una tirana, también. Un enana de cinco kilos que se cree la emperatriz del mundo...qué digo mundo??? De toda la galaxia. Nos tiene exclavizados. Tendré que pensar en irme de casa.

Por lo que veo David sigue persiguiéndote, sigue merodeando por tus pensamientos... Que gran chingada (me encanta esa expresión)...Ánimo, amigo!!! Lo superarás. Los tiranos también se caen...jajajajjaja...

Un besazo enorme, guapo. Hoy voy a intentar enviártelo por telepatía...ya me contarás si te ha llegado... mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm...

Logan y Lory dijo...

Te comprendemos muy bien, porque desde el primer día que nuestra gata entró por la puerta, pensé que yo había dejado de ser la dueña para convertirme en una simple lacaya de los caprichos de la felina siamesa. Nos respetamos, pero entre ella y yo hay una fina línea entre el amor y el odio. De momento, no me ha vencido, pero lo ha intentado.

Tu texto nos ha sacado una enorme sonrisa.

Un abrazo.

/ dijo...

Me encantó! Pero era un perro o Terminator??? Buenísimo!!!

BESOTES HERMOSO Y BUEN FINDE!!!

noe dijo...

espero que esta sea solo una historia!!! una pregunta q quiero hacerte, por que me alquilo para soñar? a q se refiere esta frase? quizas es una preg tonta pero me interesan los pensamientos profundos de los demas en este caso el tuyo.besos!!!

Gastón dijo...

Conocía de amores perros, pero nunca había oído de odios perros, jejeje.

Abrazo sin ladridos

marichuy dijo...

Querido

David era como Rasputín, ningún veneno podía con él.

Besitos

Potter dijo...

Jajaja

Todos los anteriores comentarios me robaron pedacitos de lo que queria.

Hummm no podría odiar a un altivo perro, sería simplemente su esclavo, su propiedad, su sumiso y eterno subyugado!

Ahora, este recurso es increible, afortunado Yako que le dedican post, jejejej
cuando le leí el post se puso como loco, escarbo el suelo abriendo un hueco para meterse el dia que lo conozcas!

Muchas, pero muchas gracias. En nombre de Yako, y en el mio propio. Es un detalle muy bello.

A veces me doy cuenta de los alcances que tiene yako, su mirada me manipula, y la rascadita de sus 8 tetillas en las noches es su recompenza del dia, pero aún así sé que me manipula! lo sé!...
De hecho cuando sabe que ando enojado con él, su postura rastrera (decubito dorsal) mostrando las pecas de su vientre, sabe que no me puedo resistir a darle una tocadita y con tres meneadas de cola, me tiene a sus pies.
hummm curiosamente alguien ya entendió eso, y ahora lo usa en mi contra.

Je

Un abrazo Dark.
Estoy confundido, Oz me alegra y seduce con su ternura, pero sin duda Dark desde su oscuridad es insuperable.
Bastaaaaaaaaaaa!
Esta competencia entre ambos no puede seguir, voy a hacer una marcha (huy no!)...

Gracias!
Pobre David.
=(

Paulafat dijo...

Jajaja, maldito perro, cómo se le ocurre ver Lassie???

Thiago dijo...

jaja cari, no puedo comparir este pots aunque lo entienda. Yo es que tengo dos perritas y mi relación con ellas es tan especial y cariñosa que no puedo concebir que alguien se lleve mal con un perro.

Pero claro, luego pienso que entre los perros como entre los humanos, habrá de todo, gente y perro amables y mamables y personas y perros que son unos ijodeputas, jajaja que mala suerte dar con unos así.

bezos

Glamourous. dijo...

Querido Angel mio.
Bien quiza aqui aplique el dicho. "si no puedes contra tu enemigo unete a el"
Aunque, la venganza siempre es mas deliciosa.
Yo un tiempo vivi eso, pero contra un gato.
Gane algunas veces, pero otras perdi cruelmente.
Un beso enorme hermoso.
y a mi novio Oz mas.

Vicky dijo...

He aprendido a valorar a mis enemigos, después de todo son los que me enseñan a apreciar el rostro no amado de mi ser...

Joey dijo...

Tal vez la historia me parecio divertida y no puedo negar que esperaba un final de reconciliacion (Mala costumbre que nos crearon las novelas mexicanas), en fin, soy amante de los perros quiene s concoen el amor y el odio y aman a quienes los amen y odian a quiens los odien, por lo cual todo se hace comprensible y sobre todo leible (Legible no, leible).

Me asombro ver tanto comentarista anti perro, pense que la proporcion era inferior.

Un abrazo.

NewSaint73 dijo...

Nada esa batalla se perdio...pero te queda una guerra por delante...ni perros ni gatos...animalitos manipuladores, desplazadores.
Yo libre una dura lucha con una "perra" schnauzer...termino tecnicamente empatada...claro ahoro no nos podemos ni ver...pero bueno.

Chau.

Monchis dijo...

Una historia muy propia de tu cosecha!!!

Lo único que tengo que agregar es el mi convicción de que la envidia es un veneno tóxico que uno se toma, pretendiendo que el que se muera sea el otro.

Saludos,

Gustavo Puntila dijo...

Juaaaaaaaaaaaaaa buenísmo Sr. Dark; mirá ve! ya hasta al Yako lo volviste famoso!

Un abrazo grande y hummmmmm pobre David...