viernes, 28 de septiembre de 2007
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...ambos observaron el cuerpo caído con un callado estupor. Estaba vestido como un trapero.Su lastimosa condición de bisabuelo ensopado lo había desprovisto de toda grandeza. Sus alas de gallinazo grande, sucias y medio desplumadas, estaban encalladas para siempre en el lodazal. Tanto lo observaron, y con tanta atención, que se sobrepusieron muy pronto del asombro y acabaron por encontrarlo familiar...
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