lunes, 17 de septiembre de 2007

milenarias amigas


Los griegos antiguos se sentían privilegiados por la visita de tan venerables damas. Eran bienvenidas, recibidas, amadas… yo ya no se que hacer con semejantes vejestorios que siglos después llegan a darme vueltas y vueltas, poniendo temas en mi cabeza por montones y sin orden alguno.
Nueve musas, nueve vetustas que ya no brillan como antes y que sufren de los problemas seniles que ofrecen miles de año guiando el inventivo humano.
He conocido algunas, noctámbulas todas ellas si tenemos en cuenta que han llegado siempre cuando el reloj pasó de largo las doce de la noche. Erato fue la primera. Tomando como referencia que nací hace casi veinticinco años pero con un alma más vieja que la historia de cualquier pueblo, conocí a Sor Juana Inés de la Cruz a los 6 años y esta digna señora le abrió las puertas a la musa de la poesía. Una poesía grande que mi léxico de infante no sabía construir. Era una poesía sin cimientos y con mala ortografía que se construía en la última hoja de mis cuadernos. El horror de mi madre. Las largas meditaciones y los versos mal logrados eran desvanecidos por el borrador sacrílego que usaba Mamá para “limpiar” las manchas de lápiz y la promesa que no lo volvería a hacer, pero nunca pude cumplir esa promesa y comencé a escribir en las hojas en blanco que tenían al final los libros de la biblioteca que nadie leía. Esos aun se conservan, la fea letra aun me grita que desde esa época un corazón oscuro necesitaba conocer el amor, en manifestaciones distintas a las actuales, pero con toda la disposición necesaria.
Melpómene y Terpsícore trajeron la actuación y la danza por la época en que mis kilos de más y mi temperamento explosivo marcaban con severidad mis 16 años. Las únicas diurnas de todas, lograron modificar no solo mi cuerpo, llegaron a enseñarme cuanto puedo alcanzar con constancia y disciplina; fueron las más severas de todas, fueron las estrictas, pero igualmente fueron quienes entregaron resultados inmediatos y sinceros, no prometieron de más, no ofrecieron nada que no pudieran dar.
Euterpe es quien suele llegar ahora. Antes llegaba en compañía de su hermana poetisa, pero ahora viene en representación de las dos, sola, nocturna, algo oscura e igual de antigua que yo; a veces parece una amante despechada que lanza un grito de angustia cuando todo acaba, a veces es una amante ilusionada por los besos que están por llegar. Euterpe llegó de la mano de José Alfredo Jiménez, de Joaquín Sabina, de Chavela Vargas, de Manzanero… Euterpe puso en la pared de mi habitación un letrero grande e inmodificable “quiero hacer lo que ellos hacen”, “quiero llegar donde ellos llegaron”. Resaltó en mi conciencia mis limitaciones, definió a la perfección mis linderos para no aspirar a la fama, pero si desear con toda el alma la gloria; me explicó la diferencia entre popularidad y Grandeza, así, con mayúscula.
No se si los siglos hicieron que Euterpe llegara sin fuerza a mis noches. No se si los deseos que ella ha sembrado en mi alma germinarán en realidades. No se nada, porque Euterpe y yo somos simplemente soñadores deleitados por la belleza y amantes de las cosas simples.
Ahora Euterpe se ha empeñado en acompañarme inoportunamente en los autobuses, cuando la letra queda chueca y la gente te mira extrañada. ¿Qué puede ser tan importante para no escribirlo cuando llegue? Pensará la gordita de vestido a rayas sentada a un lado mío; pero Euterpe no es paciente, ella llega y entra sin tocar, ella se sienta a mi lado y dicta y les juro que yo no puedo más que escribir, nada más que escribir.

Hay un nuevo tachón en el diario que lleva mi vida
Un error que utiliza tu nombre y que viste tu piel
Un error tan inmenso de aquellos que nunca se olvidan
Y para relatarlos completos hace falta papel

Tu llegaste fría y traicionera cual dolor de muelas
Igualito que aquellos, también me dolió la extracción
Y curar la hinchazón en el alma fue todo un fracaso
Como todo lo que representa borrar mi pasión

Y ese gen del fracaso lo tengo entre el hueso y el cuero
Y tú en cambio supuras talento para la actuación
El error no fue haberte dejado meter en mi cama
El error simple y llano fue haberte dado el corazón

No mereces todas las palabras que tú me inspirabas
Porque solo veía el espejismo que quise pintarme
Pero luego inspiraban tan solo temor esos besos
Con esa sensación de que un día podrían matarme

Y si no me arrepiento esta claro, solo es por orgullo
Porque digno solo es el que aprende de cualquier error
Y como aquel que aprende la historia jamás la repite
Ya tu barco, en los mares de mi alma, no encontrará amor

Me despido, feliz de la vida, porque no haces falta
Porque hasta regalarte un buen rato no tiene valor
Y el error no fue haberte dejado meter en mi cama
El error simple y llano fue haberte dado el corazón

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Dichoso tú entre muchos, que has sido tocado por las musas.
Que tu osadía sea laureada por los dioses del Olimpo.
Ósculos

salva dijo...

NIño todos estamos tocados en mayor o menor medida por las musas, pero yo más que musas estoy tocado o soy producto de las personas que han influido a lo largo de mi vida y que me han inculcado diferentes valores, a ellas les debo lo malo o lo bueno que tengo.
Un beso cuídate!.

CRISTINA dijo...

Que las musas reales e imaginarias te acompañen siempre.
Que te acompañen para escribir, para vivir...
Besos ángel

Rosa dijo...

Que Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore, y Urania esten siempre contigo. En el autobus, en las noches de insomnio... inspirándote.
Y no creo que sean seniles; el arte y la ciencia constantemente se renuevan, así que ellas son eternamente jovenes.

Un beso angelito.

George Hazard dijo...

Buen camino el de tus musas, se ve que te han enseñado mucho y que estás donde quieres estar.
¡Qué suerte!
A mí aún me queda la visita de alguna que otra, auqnue últimamente se dejan ver más que antes.
¡Un abrazo!

senses and nonsenses dijo...

nos equivocamos, aprendemos, nos equivocamos de nuevo, en este viaje las musas nos acompañan, a veces se esconden (sobre todo cuando las buscas). la fama, la gloria está sobrevalorada hoy, lo importante es continuar en el camino ...siempre adelante.
buff, qué rollo te estoy metiendo, para decirte tan sólo que me ha gustado mucho tu texto. de algo sirvió emborronar los cuadernos y los libros de la biblioteca.

un abrazo.

JP dijo...

Brutal, sensacional...extremadamente hermoso dentro de lo bello.

A mi tambien me asaltan las musas...solo que en la hora del almuerzo... o cuando hablo con alguien...avalancha de inspiracion que no quiere ni puede detenerse y me obliga a escribir como el mas gustoso y servil de los esclavos de este idioma....se a lo que te refieres.

Tu poesia...vaya si hay cosas bellas al interior de un corazón como el tuyo... eso no lo veo.... lo leo.